En las décadas del 50 y 60 se abusó de la explotación de este árbol, en especial de la especie ‘cinchona officinalis’, que figura en el blasón peruano, por las bondades del alcaloide.
Se a emprendido una cruzada de reforestación de esta especie, esta consiste en trabajar con el código ADN para tener una identificación máxima de este espécimen.
Una vez conocidas sus características se podrá emprender la campaña con todos los organismos para reforestar al árbol de la quina.
Por su parte, el Instituto Nacional de Recursos Naturales (Inrena) anunció una serie de acciones, como realizar un censo para determinar cuántos árboles y bosques de quina existen en país, pues desde hace más de 20 años no se tiene un registro.
Inrena informó que algunas investigaciones arrojaron que habría árboles en las alturas centro andinas de las regiones Junín, Huancavelica, Apurímac, y que existe una expedición de biólogos para determinar si son de la especie “cinchona officinalis”.
Otro intento para salvar a esta especie la viene realizando el biólogo Alex Cox. En laboratorio, el científico la está germinando “in vitro” con el objetivo de reproducir los 17 tipos de quina.
El oso de anteojos habita en altitudes entre los 250 m.s.n.m. hasta los 4750 m.s.n.m. Se estima que en el Perú hay una población mínima de 5750 osos en estado adulto , por ello es una especie en peligro de extinción. El oso de anteojos cumple un papel importante dentro de la red trófica como dispersador de semillas de plantas. También actúa como polinizador, transportando el polen en su abundante pelaje.
Los enemigos naturales del oso de anteojos son el jaguar y el puma, pero es el hombre quien más ha contribuido a diezmar su población debido a la destrucción de los bosques que conforman su hábitat, a la cacería indiscriminada a la cual es sometido y a su tráfico ilícito. La pérdida de hábitat es el principal problema que enfrenta ,en vista que los bosques de neblina donde vive están desapareciendo a gran velocidad debido a la deforestación ocasionada por la agricultura migratoria, los incendios forestales y la tala de bosques para madera. Apenas le quedan algunos parches boscosos para vivir, también es víctima de una cacería furtiva e indiscriminada por ser considerado una amenaza para el ganado y para los campos de maíz. También muere debido a los pesticidas que son vertidos en los campos de cultivo. Otra amenaza que afecta al oso de anteojos es su tráfico ilícito para ser utilizado como mascota de circo, donde es sometido a numerosos maltratos ,es importante y urgente proteger a esta especie, conservando los bosques donde vive, impedir su cacería y tráfico ilícito, y desterrar el mito de sus garras como medicamento.
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